domingo, 15 de diciembre de 2013

TEATRO DEL OPRIMIDO








El Teatro del Oprimido consiste en un conjunto de ejercicios, juegos y técnicas teatrales que tiene por objetivo utilizar el teatro y las técnicas dramáticas en un instrumento eficaz para la comprensión y la búsqueda de alternativas a problemas sociales e intrapersonales. Es un sistema creado por el actor, director, dramaturgo y pedagogo brasileño Augusto Boal, sus dos fuentes principales son la Pedagogía del Oprimido de Freire y el teatro de Bertolt Brecht. 


                             



Desde sus implicaciones pedagógicas, sociales, culturales, políticas y terapéuticas se propone transformar al espectador (ser pasivo) en protagonista de la acción dramática (sujeto creador), estimulándolo a reflexionar sobre su pasado, modificar la realidad en el presente y crear su futuro, en definitiva, estimular a participantes no-actores a expresar sus vivencias a través del teatro. El objetivo del Teatro del Oprimido es que los participantes reflexionen sobre las relaciones de poder, mediante la exploración y representación de historias entre opresores y oprimidos, en las que el espectador-actor asiste y participa en la pieza. Las secuencias de acción son construidas en equipo, a partir de hechos reales y problemas típicos de una comunidad, tales como la discriminación,  prejuicios, violencia, intolerancia, etc. La condición esencial es que el espectador sea el protagonista de la acción dramática para así prepararse a serlo en su propia vida. Según Boal: “El dominio de un nuevo lenguaje da a quien lo posee una manera nueva de aprehender la realidad y de transmitir este conocimiento a otros”. De este modo, utiliza el teatro como un instrumento de liberación, con el propósito de que la sociedad tome conciencia social y política.

En los siguientes videos el hijo de Boal explica de qué trata esta propuesta teatral y el concepto de Opresión:





Personalmente, considero que hay temas y materias, como es el de la violencia escolar, que se deben plantear en el programa educativo de los centros formales, no sólo de manera implícita en las clases regulares de las asignaturas, si no también considero que se deben realizar trabajos específicos sobre los mismos. Para la elaboración y llevar a cabo estos trabajos específicos creo que es preferible que se requieran profesionales de la educación profesionalizados en estos ámbitos, ya sean profesores especializados, pedagogos o trabajadores sociales. Creo fervientemente en que el teatro es una herramienta fundamental para la educación pero que no se tiene en cuenta en el sistema, ya que, como dice Arthur Miller, es el único arte donde la humanidad se ve directamente reflejada. Con el Teatro del Oprimido, quien participa experimenta en primera persona esa situación de opresión, siendo opresor o siendo oprimido, lo que hace que se trabaje la empatía, y a partir de ahí, se reflexione para llegar a una solución para ese conflicto concreto. Es, al fin y al cabo, una búsqueda activa de alternativas liberadoras para la opresión social.





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